La otra Sevilla
La ciudad en la que nací tiene muchos escenarios cautivadores y surrealistas, como una enorme estructura orgánica en forma de setas en medio del centro histórico o los restos de una exposición universal que mostraba lo que iba a ser el futuro. No es de extrañar que George Lucas decidiera usarla como escenario del planeta Naboo.
Pero existe una Sevilla menos turística y más apartada, en la que se vive otro tipo de surrealismo y se mezclan el entorno metropolitano con asentamientos chabolistas. Debido a su peligrosidad, la mayoría de sevillanos no nos adentramos en ella, así que he querido informarme un poco de algunos de los barrios más desconocidos de nuestra ciudad.
Las Vegas, 3000 Viviendas
Su construcción terminó en 1977 y desde el principio se consideró una zona insegura. Acogió a personas provenientes de zonas chabolistas como La Corchuela o El Vacie, y otras que deseaban mejorar su vivienda, como Torreblanca de los Caños y Los Pajaritos.
Apenas diez años después de su entrega, muchos de los bloques de pisos carecían de la mayoría de sus servicios originales, como agua caliente o ascensores, que ya no estaban operativos porque habían sido robados los motores. Es considerada como un claro exponente de «chabolismo vertical», en el que sus habitantes conviven con animales más o menos domésticos.
Se han publicado muchas noticias sobre reyertas, tiroteos e incautaciones de armas, que van desde katanas hasta fusiles de asalto Kalashnikov, pasando por subfusiles UZI, además de estupefacientes. La mayoría de los servicios públicos (bomberos, recogida de basura, autobuses) no suelen entrar en las zonas más conflictivas si no cuentan con protección policial, ya que suelen sufrir amenazas, agresiones y hurtos.
Sin embargo también ha dado lugar a grandes artistas flamencos como Raimundo y Rafael Amador, miembros de Veneno y Pata Negra.
El Vacie, Polígono Norte
El surgimiento del Vacie no está bien definido, aunque se conoce como el asentamiento chabolista más antiguo de Europa. Algunas crónicas apuntan a que las primeras chabolas comenzaron a instalarse en torno al año 1932 albergando a familias de origen trashumante, principalmente de etnia gitana, pero también mestizos y payos que solían vivir del trapicheo o de la caza. Pero la historia mejor documentada del Vacie arrancó en 1954, año en el que varias familias construyeron sus propias viviendas en las tierras que la marquesa del Río cedió a los pobres.
Cuando se acercaba la Expo Universal de 1992, se instalaron viviendas prefabricadas. Este pequeño barrio ha llegado a tener más de 900 habitantes, aunque su población lleva en descenso unos diez años. En 2020 se aprobó su demolición debido a sus condiciones de insalubridad.
Casas Bajas, Torreblanca
Los inicios de Torreblanca de los Caños se remontan a finales del siglo XIX, al surgir un pequeño núcleo de población alrededor de una fábrica de aceites y jabones. A estas casas se sumaron las de jornaleros de los campos aledaños y familias de los presos del Canal del Bajo Guadalquivir. Este primer asentamiento compuesto por chozas se conoce como Torreblanca La Vieja. Con el tiempo, las chozas y chabolas se tornaron en casitas de autoconstrucción.
Es una zona considerada conflictiva debido al tráfico de drogas, el chabolismo, la inmigración en condiciones precarias y el traspaso ilegal de viviendas sociales. Esta situación ha derivado en que esta parte del barrio se encuentre en unas condiciones de deterioro general, tanto de las viviendas como de las zonas comunes.
Estos barrios no son los más interesantes para el turismo, pero son una parte de esta ciudad sobre la que merece la pena saber un poco.
Todo aquí es ficticio, excepto el escenario. Nadie podría inventarse una ciudad como Sevilla.— Arturo Pérez Reverte