Hace poco he creado la librería xkcdcolornamer.js, con la que puedes obtener el nombre de cualquier color RGB. Puedes ver un ejemplo de uso haciendo click en el color de abajo para modificarlo y ver su nombre.
Todo apunta a que los humanos no somos muy buenos poniendo nombre a los colores. Esta no es una tarea fácil, ya que consiste en asignar categorías discretas a un espectro continuo y las tonalidades intermedias pueden variar según nuestra percepción.
En la imagen anterior puedes ver el vestido que se hizo tan famoso porque nadie sabía si era blanco-dorado o negro-azul. A la izquierda se muestra la versión original y en el centro una versión de la imagen en la que sólo se han usado los 256 colores web que estandarizó SVG 1.0.
Para generar la de la derecha, he tomado cada píxel de la foto del vestido y los he ido reemplazando con el color más cercano de entre los 256 más usados en el inglés. Los diez primeros son: verde, azul, morado, rosa, marrón, rojo, celeste, turquesa, gris y naranja.
Es una lista en la que no aparecen colores como el blanco o el amarillo. Esto se debe a que la he generado usando la encuesta de colores de XKCD, en la que 222,500 usuarios le dieron nombre a colores escogidos al azar. Como se puede observar, no es la mejor paleta para comprimir una imagen.
Aunque este método tiene algunos problemas estadísticos (el rango de colores de cada pantalla varía, los hombres están sobrerepresentados y la media de un conjunto de colores no suele ser el color más representativo), da una buena idea de nuestra poca habilidad nombrando colores.
Los 50 colores más nombrados.
Un motivo puede ser la influencia genética. Más allá del daltonismo y otras alteraciones similares, no todos percibimos los colores de exactamente la misma forma; de hecho, ni siquiera vemos los colores exactamente igual con el ojo izquierdo y el derecho.
Otro motivo importante es la influencia cultural: nuestro lenguaje afecta enormemente a la forma en que entendemos el color. Resulta sorprendente que en la Ilíada, Homero describiera el mar con color de vino, y que no haga ninguna mención a los colores azul y naranja en sus poemas.
En general, el lenguaje limita —o expande— nuestra visión del mundo. Por ejemplo, la tribu australiana Thaayorre no tiene términos para direcciones relativas como izquierda y derecha y se comunica en direcciones absolutas como norte y sur, lo que les ha dotado de gran orientación.
Todos estos factores hacen que nuestra forma de nombrar los colores no sea la más adecuada para representar imágenes con las paletas más reducidas posibles, pero no deja de ser la forma en la que nos comunicamos. Por eso me resultó extraño que no hubiera ninguna librería para nombrar colores usando nuestra peculiar paleta.
Por cierto, el vestido es dorado y nadie va a convencerme de lo contrario.
Hace cosa de un mes la Universidad de Vermont publicó una investigación sobre los Xenobots, unos "robots vivientes" capaces de desplazarse en una dirección y autorepararse si son dañados.
Estos organismos están compuestos de dos piezas distintas: células del miocardio —el tejido muscular del corazón— que se contraen periódicamente de forma involuntaria y células de la piel con una función puramente estructural. Ambas fueron obtenidas a partir de embriones de ranas.
Un grupo de investigadores informáticos de esta universidad usaron un supercomputador para encontrar las configuraciones capaces de desplazarse distancias más largas en un periodo de 10 segundos. Cada una de las configuraciones era un mosaico tridimensional de estas células, cuyo resultado ya no es una rana.
De momento es una primera prueba lejos de la manufactura a gran escala, y las configuraciones más efectivas fueron replicadas a mano por un cirujano con pinzas y electrodos en miniatura. Sin embargo, los autores imaginan que conforme avance la bioimpresión podrían tener muchas aplicaciones.
En el futuro se podrían usar criaturas de este tipo para limpiar plástico de los océanos, eliminar contaminación radioactiva o llevar medicamentos a partes específicas del cuerpo. Pero sobre todo es un primer paso hacia entender su comportamiento colectivo.
Aunque han sido entrenados con el objetivo de moverse hacia delante, esto ha permitido modelar su comportamiento individual. Sin embargo, cuando muchas de estas criaturas interaccionan entre sí, emergen comportamientos que no se pueden predecir con facilidad, como dar vueltas en círculo.
Este fenómeno que se conoce como emergencia ha suscritado la inquietud de la comunidad científica. Los comportamientos emergentes, tan difíciles de predecir, son un tema muy recurrente en la ciencia ficción.
Existe un escenario de catástrofe global muy popular que se conoce gray goo. En este supuesto, el desarrollo de cierta tecnología capaz de autoreplicarse se descontrola hasta agotar todos los recursos del planeta.
En este caso no tenemos por qué preocuparnos, ya que la forma en que se han diseñado los xenobots los priva de muchas funciones necesarias para mantenerse vivos más de una semana. O al menos eso parece.
Radio Garden es una especie de Google Earth de emisoras de radio con la que puedes explorar los sonidos en directo de otras partes del planeta.
Este proyecto empezó en 2016 como una prueba conceptual para un proyecto de investigación holandés con una idea sencilla: tomar los streams online de radios AM/FM de todo el mundo y colocarlos en un globo terráqueo.
Como cualquiera puede añadir una emisora, el mapa ha crecido rápidamente. Aunque sigue habiendo mucha más densidad de emisoras en Europa, se pueden encontrar algunas en los lugares más remotos del planeta.
Es muy visual e invita a explorar los sonidos del mundo de la misma forma que Street View invita a perderse por las calles de otros países. Hay una lista de emisoras favoritas a la que añadir las que vayamos encontrando.
Con el tiempo he ido añadiendo a esta lista algunas radios musicales que suelo escuchar, aunque también hay muchas radios convencionales que pueden estar bien para practicar un idioma.
Arctic Outpost AM1270 sólo reproduce música de gramófono. Situada en la isla de Svalbard, es la emisora más septentrional disponible.
Radio AkuAku está situada en la Isla de Pascua, lo que la convierte en la radio más aislada de cualquier otra. Reproduce un poco de todo, desde música folclórica de tribus del Pacífico hasta música actual.
Indie Star y TheGoosh son dos radios que solía escuchar en Los Ángeles y tienen mucho ojo para las novedades. Suelen poner canciones de rock alternativo y electrónica que meses después se convierten en éxitos.
Rave Crew Radio está situada en Brighton y sólo reproduce música electrónica, especialmente drum and bass, que por algún motivo me funciona muy bien para concentrarme.
Jazz Con Class es una radio de jazz contemporáneo de Nueva York que reproduce jazz muy variado. Para un jazz mucho más tranquilo podéis probar la emisora de Tokio Jazz Sakura.
Capital FM es una emisora de éxitos de Uganda que suele poner música muy animada que mezcla el inglés y el swahili.
Dreams Share FM es una radio de Sri Lanka que no sé muy bien cómo describir pero también escucho a menudo.
Si encontráis alguna otra radio interesante, podéis dejarla en los comentarios. Sigo buscando alguna emisora de lofi que reemplace a ese vídeo de YouTube con las mismas 8 horas de música en bucle.
Hace unos meses contraté la línea de móvil con Vodafone/One, con un contrato que ofrecía la tarifa Zero Rating. Básicamente, consistía en no contar en el consumo de datos algunas aplicaciones de mensajería: Telegram, Line, Whatsapp, y algunas más.
Supongamos que mañana diseño un nuevo servicio de mensajería, con muchas funcionalidades, tan bueno que merecería estar en el top de aplicaciones descargadas. Un gran número de usuarios no lo descargarán, simplemente porque con otras alternativas no consumen datos.
Y puede ir a más. Eligiendo qué aplicaciones tienen permitido hacer tal cosa y qué otras no, estamos abriendo la veda a estrategias como la de MEO en Portugal.
Gran parte de la belleza de Internet reside en su neutralidad. Para que podáis estar leyendo mi web, los bytes van desde mi servidor doméstico hasta vosotros siguiendo el mismo camino que seguirían al usar Google o Facebook. Sin embargo, al matar la neutralidad en la red, se está permitiendo la creación de autopistas de peaje, vías rápidas que obligan a las webs a pagar cierta cantidad a las operadoras para poder funcionar a la máxima velocidad.
Estas prácticas están prohibidas en la Unión Europea, aunque en España la interpretación ha sido bastante laxa. Seguramente os suenen casos de operadoras que bajan la velocidad a usuarios que utilizan descargas P2P o VoIP, o que directamente las bloquean.
Esta semana en EEUU se está decidiendo algo parecido. Muchos usuarios están haciendo todo lo posible por evitar que la nueva ley entre en vigor. Y allí las acciones de algunas operadoras han sido bastante más malignas. Por ejemplo, AT&T censuró un directo de Pearl Jam por las críticas de su cantante al en aquel entonces presidente George Bush.
En definitiva, podemos decir que estamos mejor que la mayoría, aunque podríamos estar mejor. Y siendo prácticos, existe otra neutralidad en la red que merece más nuestra atención, la App Neutrality: Google y Apple comparten un duopolio que les da potestad absoluta para decidir incluir o no incluir ciertas aplicaciones en sus stores, y colocarlas en una posición más alta o más baja en el ranking.
Y también podríamos hablar de la Search neutrality, aunque eso da para otro post.
Alguna vez has abierto una imagen grande como esta y no has podido verla cómodamente por culpa del zoom?.
A Ian Gilman se le ha ocurrido una solución. Con OpenSeaDragon, puedes convertir una imagen grande en un mapa al que hacer zoom poco a poco con la rueda del ratón. Haz click en la imagen para ver el resultado:
El código fuente está disponible públicamente y permite incrustar la herramienta en una página web.